George Jo

Edad: 15
Nacionalidad: Australiano.
Curso: 1º
Casas de preferencia: Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw
Mascota: Lechuza
Sangre: Mestizo
Tendencia Sexual: Bisexual
Cumpleaños: 24 de Abril
Gustos & aficiones: Planear cosas con su hermano, dormir y jugar al quidditch.
Disgustos: Las prohibiciones y las reglas.

George es un joven de 180cm de alto y unos 58Kg de peso, de complexión delgada pero fibroso. Su cabello luce siempre corto, dejando que crezca como mucho hasta el final de su nuca, el color de este es castaño oscuro aunque alguna vez lo ha llevado de tonos más claros y su flequillo apenas cubre un poco más de sus cejas, dejando a la vista sus grandes y oscuros ojos. La única diferencia con su hermano es un pequeño lunar en el cuello que sólo el posee, aunque siempre pasa desapercibido ese detalle. De rostro fino y marcado, aparte de sus ojos otra parte atrayente son sus gruesos y carnosos labios que suelen adornar con una sonrisa su cara.

George intenta ser el más calmado de los dos hermanos, aun cuando disfruta de las travesuras al mismo nivel que Fred, la maldad por separado es ligeramente menor. Para él la persona más importante es su hermano, le considera junto a él, dos mitades que sólo están completas cuando están juntos.
Haría cualquier cosa por las personas que le importan.
Es un chico extrovertido y sociable al que no le importa el que dirán sobretodo cuando está con Fred, tiene confianza en sí mismo y una fuerte determinación. Sin embargo en el tema amoroso es bastante más tímido que su otra mitad.

Nacidos en Sidney, desde muy pequeños George y Fred habían compartido todo, cada segundo de su vida. Donde iba uno, estaba el otro y tras una travesura estaban las dos mentes pensantes. Aun cuando su padre era un simple muggle, la casa siempre perteneció al mundo mágico y en ella su madre siempre usaba trucos para entretener a sus hijos cuando no estaba trabajando. Por suerte no vivían en una zona céntrica, sino que su casa estaba ubicada en la periferia, lejos de ojos curiosos y donde la magia no podría ser descubierta de forma accidental.
Siempre habían sido muy hiperactivos pero por suerte con los años poco a poco se habían calmado, dejando ver su lado más travieso y el que a la edad de 15 años aun conservaban. Sus travesuras evolucionaban conforme lo hicieron los hermanos, pasando de simples cambios de sal por azúcar, a usar algunos de los hechizos de su padre para poblar la escuela de sapos y lagartos.
Siempre que podían tomaban ventaja de su situación para intercambiarse en las clases, haciendo de la estadía en la escuela un tiempo entretenido y divertido.
En aquellos tiempos conocieron a los que ahora formaban su grupo de amigos, todos y cada uno de ellos compañeros de colegio y participes de innumerables trastadas.
Finalmente el día había llegado, y recibieron en sus manos las cartas de ingreso en la escuela de magia, no tardaron en empezar a la planear todas las cosas que debían conseguir estando allí, proponiéndose como meta ser recordados en el lugar por todas sus hazañas. Incluso el día antes de partir a la estación de tren, se dieron el lujo de casi quemar sus habitaciones mientras experimentaban con sus nuevos utensilios, sin duda sus padres, los que siempre estaban detrás regañándolos, iban a echarles mucho de menos aunque tenían la sospecha que no tardarían en recibir noticia de sus hijos.