Nathan Evans

Edad: 15
Nacionalidad: Australiano
Curso: 1º año
Casas de preferencia: Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw
Mascota: Lechoza
Sangre: Mestizo
Tendencia Sexual: Bisexual
Cumpleaños: 31- Julio- 1997
Gustos & aficiones: Escuchar música, bailar, rapear, hapkido.
Disgustos: Los insultos sin sentido, que le molesten cuando quiere estar solo

Con una altura de 1.75 metros y un peso de 63kg, hacen que su cuerpo no sea demasiado grande. Le gusta ejercitarse haciendo baile o hapkido, haciendo que sus movimientos sean ágiles y rapidos. Su cabello suele lucir corto de un tono moreno, aunque alguna vez lo ha llevado de un color castaño claro. Tiene unos ojos negros que destacan en su piel algo mas clara. Su cara aniñada le hace parecer aun más joven, cuando sonríe con sinceridad suele mostrar sus dientes superiores. A la hora de vestir prefiere llevar ropas cómodas.

Es alguien amable y divertido, aunque es poco hablador ya que si no es necesario alargar su respuesta no lo hace, suele prestar su ayuda si se le pide. Nathan le gusta disfrutar de la soledad, aunque siempre disfruta de estar con sus amigos si además se trata de pensar en hacer algo. No le gusta las peleas, pero no significa que si tiene que luchar por los suyos no lo haga, no se lo pensaría dos veces a la hora de meterse en medio. Tiene una gran paciencia cuando es a él a quien insulta pues suele ignorar a esas personas.

Nació y creció en Australia junto a su madre muggle y su padre brujo, lo cual le facilito una vida entre dos mundos, disfrutando de lo que tenían ambas cosas. Desde muy pequeño sus padres para que no se aburriera después de las clases y debido a que era algo flaquito sus padres decidieron que asistiera a clases de hapkido para así poder defenderse pues temían que su hijo sufriera abusos en la escuela. Gracias a su madre creció amando la música aprendiendo a bailar, apasionándose por ella.

A pesar de parecer un niño tranquilo y ser hijo único más de una vez ha tenido que ser castigado por gastar bromas a sus padres, empeorando a medida que crecía y que aprendía hacer pequeños hechizos el solo, divirtiéndose a costa de su madre y de sus enfados, escapando más de una vez de casa por que se aburría en su habitación castigado. Aunque sus huidas de casa acabaran con un peor castigo ya que solía aparecer en una de las casas de sus amigos.

El día en que recibió la carta para asistir a Hogwarts fue uno de los días más felices para sus padres ya que descansarían un poco, aunque seguramente tendrían más de un aviso por mal comportamiento, si eso es lo que hacían en ese colegio y más sabiendo que iría con sus amigos, todos juntos formaban una cuadrilla un poco peligrosa.